Se ha hecho viral, en las últimas horas, el vídeo de una maestra en Jerez que propone cambiar la celebración del Día del Padre por el Día de la Persona Especial.
Es cierto que la estructura de la familia, tal como la conocemos tradicionalmente, ha cambiado. No en todas las familias existe ya una figura paterna, como tal.
También es cierto que esta situación no es tan nueva. Por desgracia, siempre ha habido mujeres, abandonadas por su pareja, que han tenido que sacar adelante a una familia formada por ella y sus hijos. Como también ha habido niños huérfanos que, en ocasiones, ni siquiera les dio tiempo a conocer a su padre. Y multitud de situaciones en las que la figura del padre no ha estado presente en la familia.
Cada cual, en su casa, adopta los comportamientos y las medidas que considera más adecuados para gestionar estas situaciones. Pero, ¿qué pasa en los colegios?
Siempre he pensado que esconder un problema no es solucionarlo. Es evidente que el modelo familiar ha cambiado y hay niños que no tienen papá porque ha fallecido, o tienen dos papás, o dos mamás, o tienen papá pero no pueden estar con él porque se quedó en su país de origen sin poder emigrar con su familia...
Situaciones muy variadas que, lejos de esconderlas, podemos aprovechar para darles visibilidad en celebraciones como el Día del Padre. Así, todos los alumnos pueden conocer la realidad del mundo en que viven: las familias son diversas y todas las personas, independientemente de nuestra condición familiar, merecemos respeto y cariño.
Es típico elaborar para esta celebración (igual que para el Día de la Madre), alguna manualidad para
regalar a papá. Si una niña ha perdido a su padre, tal vez quiera hacer un pequeño trabajo, una carta, un dibujo...que le sirva para recordarlo y hacerle así su pequeño homenaje. Si un niño tiene dos mamás, tal vez le parezca buena idea aprovechar esta celebración para hacer un regalo a una de ellas, o a las dos. Y si tiene dos papás, ¿por qué no hacer también un regalo doble? Los docentes debemos tener los conocimientos y las herramientas para abordar estos temas, diseñando situaciones que aporten importantes aprendizajes a nivel emocional, social y cultural.
regalar a papá. Si una niña ha perdido a su padre, tal vez quiera hacer un pequeño trabajo, una carta, un dibujo...que le sirva para recordarlo y hacerle así su pequeño homenaje. Si un niño tiene dos mamás, tal vez le parezca buena idea aprovechar esta celebración para hacer un regalo a una de ellas, o a las dos. Y si tiene dos papás, ¿por qué no hacer también un regalo doble? Los docentes debemos tener los conocimientos y las herramientas para abordar estos temas, diseñando situaciones que aporten importantes aprendizajes a nivel emocional, social y cultural.
En mi opinión, no creo que eliminar el Día del Padre solucione nada. Considero que es más constructivo aprovechar las posibilidades educativas de esta celebración, como de muchas otras, para construir una sociedad más tolerante y formada.
Si nos organizamos, cabemos todos.